La mejor comida casera

Soufflé dulce y salado

El soufflé es uno de los platos más difíciles de hacer, ya que no deja lugar a errores. Este elegante y exquisito plato que puede ser salado o dulce, combina un exterior fragante y suave con un tentador relleno cremoso (que puede tener una variedad de sabores).

Mientras que los orígenes de este plato son inciertos, probablemente data de la época Medieval. Sin embargo, debido a la ligereza única del plato, la dificultad de preparación y su bonito aspecto, se cree que la versión moderna tiene raíces a principios de 1700, cuando las técnicas de cocción y las herramientas eran más avanzadas y capaces.

Soufflé dulce y salado

Durante el siglo XVIII, los soufflés dulces y salados eran una adición muy popular en fiestas y banquetes.

Incluso hoy en día, los soufflés se encuentran en muy pocos restaurantes. La dificultad del plato radica en la habilidad necesitada para crear una estructura equilibrada, esponjosa que es muy ligera y delicada, pero que puede desafiar la gravedad.

Soufflé de Cabrales

Ingredientes para 4 personas:

Elaboración:

Calentamos el horno previamente a una temperatura de 225º C. Preparamos el puré de patatas con leche según las indicaciones del fabricante, y lo salpimentamos según nuestros gustos.

En una bandeja o fuente vertemos la mitad del puré de patatas formando una capa. Por otra parte, separamos las yemas de las claras, y mezclamos las yemas de huevo, los dos tipos de queso, la mantequilla y la nata, hasta que esté homogéneo.

Vertemos esta mezcla sobre el puré de patatas, y lo cubrimos con el puré restante. Batimos las claras a punto de nieve, las sazonamos con un poco de sal y las vertemos sobre el puré de patata, formando picos.

Lo introducimos en el horno durante 8 minutos, hasta que todo se cuaje.

Soufflé al ron

Ingredientes para 4 personas:

Elaboración:

Calentamos el horno a temperatura máxima.

Separamos las yemas de las claras. Batimos las yemas con el azúcar con unas varillas o con una batidora eléctrica, hasta que estén esponjosas. Vertemos el ron y volvemos a mezclarlo.

Batimos también las claras a punto de nieve, y antes de terminar de batirlo, le añadimos 1 cucharadita de azúcar y unas gotas de limón para que se endurezcan.

Una vez que están bien montadas, le añadimos con cuidado las yemas con el azúcar y el ron. No hace falta batirlo para que no se bajen las claras, con mezclarlo con movimientos envolventes es suficiente. El resultado tiene que parecerse a una crema esponjosa y fina.

Lo ponemos con cuidado en un recipiente apto para el horno de vidrio (a ser posible) engrasado con mantequilla. Lo introducimos en el horno cuando haya cogido temperatura, durante unos 10 minutos, hasta que la superficie se haya dorado.

Al sacarlo, lo espolvoreamos con azúcar glas y lo servimos en el mismo recipiente, pues si lo andamos trasladando se bajará.