La mejor comida casera

Pollo asado con patatas en olla GM

¿A quién no le gusta el pollo? Es una carne que todos comemos cada semana, blanca, muy jugosa y apetecible. Y lo mejor de todo, es que tiene pocas calorías si se hace con unas técnicas culinarias adecuadas. Para hacerlo, vamos a utilizar únicamente la olla GM modelo G, que incluye la función horno para asarlo sin tener que encender el horno.

En este artículo que publicamos tienes toda la información de la olla programable que tengo, por si tienes alguna duda acerca de si comprarla o no.

Pollo asado con patatas en olla GM

Ingredientes

¿Cómo hacer la receta?

Sazonamos el pollo con sal y pimienta negra y lo untamos con la mantequilla o el aceite. Ponemos la rejilla del horno dentro de la cubeta y vertemos el vaso de vino blanco. Encima de la rejilla ponemos el pollo a ser posible, bridado, y todas las verduritas alrededor.

Cerramos la tapa, pero la válvula la dejamos abierta. Seleccionamos el menú Horno, una temperatura de 140º C y tiempo 50 minutos.

Cada 10 minutos, abrimos y comprobamos que tiene líquido. Si vemos que se ha quedado seco, le añadimos un poco de agua.

Cuando acabe el tiempo, aumentamos la temperatura hasta 180º C y lo programamos 10 minutos más para que se dore por arriba. Si tenemos el cabezal del horno, lo utilizamos a la misma temperatura.

Sacamos el pollo y esperamos 5 minutos antes de partirlo. Con el líquido y las verduritas cocidas, lo pasamos por la batidora y hacemos una salsa fina que podemos espesa cuanto queramos al fuego. Lo probamos y sazonamos con sal si es necesario.

Cortamos el pollo en trozos y vertemos la salsa por encima. Las patatas las podemos freír con el menú Freidora o hacerlas con las demás verduritas y sacarlas antes de pasar la salsa por la batidora.

Recomendación

Compra un pollo de corral en vez de un pollo normal. Lo reconocerás porque tiene un color más amarillo que el normal, que es pálido y de un tamaño más grande. Si no te alcanza con un sólo pollo, coge dos pequeños.

El sabor y la textura es ligeramente diferente, al igual que su precio, pero por supuesto, es mucho más saludable que el pollo normal, que no sabe a nada y aporta poco a nivel nutricional.