La mejor comida casera

Pastel de camarones

Es muy fácil hacer este pastel de camarones. Todo lo que necesitas son algunos camarones pelado y desvenados (el tamaño de los mismos realmente no importa en esta receta), un poco de lechuga, nata líquida, salsa de tomate, 6 huevos y unas gotas de Tabasco para darle un toque picante.

Este pastel resulta muy jugoso, pues además está servido con una salsa de verduras y las cáscaras de los camarones, realmente llena de sabor.

Pastel de camarones

Ingredientes para 4 personas:

Para la salsa:

Herramientas:

Preparación de la receta:

Precalentamos el horno a 210º C durante 20 minutos. Preparamos las flaneras engrasándolas con mantequilla, y espolvoreándolas después con pan rallado.

Mezclamos los camarones pelados y limpios, junto con la lechuga cocida, la nata líquida, la salsa de tomate, los huevos, el tabasco y un poco de sal. Esta mezcla la vertemos en cada flanera de manera equitativa.

Las flaneras las ponemos en un recipiente grande con agua para crear un baño María. Todo esto lo introducimos en el horno durante 30 minutos, hasta que el pastel esté cuajado. Para comprobar que lo está, podemos pinchar en el centro de las flaneras con un palillo, si sale limpio es que ya está. Sino, lo dejaremos unos minutos más.

Para hacer la salsa, ponemos una cazuela a calentar con las 3 cucharadas de aceite y le añadimos las verduras picadas. Le añadimos las cáscaras de los camarones, y a continuación le añadimos el brandy, el vino blanco, la salsa de tomate y medio vaso de agua.

Esto tiene que cocer durante 10 minutos aproximadamente, y después lo pasamos por el chino, estrujándolo bien para que salga todo el jugo. Esta salsa la ponemos a punto de sal.

Desmoldamos los pasteles con cuidado, despegando con un cuchillo las paredes. Y los invertimos sobre un plato. Vertemos la salsa por encima de los pasteles y lo servimos.

Notas:

La adición del Tabasco es opcional, pero un poco de picante queda muy bien con los camarones. Si te gusta más picante, no tienes más que añadir unas gotas más, pero tampoco te pases, pues acapararás todos los sabores.

La salsa de tomate, cuanto más concentrada esté mejor. De hecho, si tenemos pasta de tomate, es mejor.

La lechuga se puede sustituir por espinacas cocidas o cualquier vegetal de hoja verde que nos guste más.